Cuidados para la salud oral de tu Bebé
Como padres, tenemos tendencia a comenzar la preocupación por la salud dental de nuestros hijos normalmente cuando comienzan a ser capaces de cepillarse los dientes de forma autónoma.
Pero, ¿qué ocurre antes de este momento? ¿Porqué descuidamos la salud oral de nuestros bebés? Al fin y al cabo, sus dientes comienzan ya a formarse en el útero, y sus encías bien merecen nuestra atención antes incluso de la aparición de los dientes de leche.
Si tienes un bebé de entre 0-24 meses, ¡sigue leyendo!
Te damos las claves para afrontar con seguridad la limpieza oral de los más pequeños hasta su primera visita al dentista.
Encías limpias y sanas. Es importante que al menos una vez al día, limpiemos las encías del bebé, sobre todo por la noche tras darle el pecho o el biberón, pues la leche es una sustancia fermentable (la materna en menor medida) y puede contribuir a la generación de caries. Esta limpieza podemos realizarla retirando los restos de leche con una gasa húmeda, con movimientos suaves sobre las encías.
No propagues las bacterias. Con las prisas y el ajetreo diario, podemos cometer errores que contribuyen a la propagación de bacterias que causan enfermedades orales, como la caries. Debemos evitar gestos como limpiar el chupete con nuestra boca, probar la comida con los cubiertos que usamos para nuestro bebé o soplar sobre ellos para enfriar los alimentos. Con estos hábitos podemos transmitirle las bacterias de nuestra saliva, y su flora bacteriana no es como la de los adultos.
Empieza a cepillarle los dientes. Con la aparición de los dientes temporales, debemos comenzar con la rutina de cepillado, dos veces al día. Usaremos un cepillo adecuado y una cantidad de pasta no mayor a un grano de arroz, con rozar las cerdas en la pasta será suficiente.
Primera visita al dentista. Alrededor de su primer cumpleaños, deberías acudir con tu bebé a tu dentista de confianza. Detectará de forma temprana cualquier problema y te aconsejará sobre cómo proceder a partir de ese momento.